“Estoy firmemente convencida de que nuestra región puede estar a la cabeza de España. El asturiano es una persona muy creativa, emprendedora, optimista y extremadamente luchadora. Ese talante fuera no lo hay. Lo que falta es una firme voluntad de trabajar en grupo y no individualmente”.
Son palabras de una alta directiva de Toyota, la ovetense Lucía García Linares, que ayer recogió “emocionada” en el paraninfo de la Universidad de Oviedo el premio “Ingeniero del Año” en la categoría de “Proyección de futuro”. La directora de desarrollo de operaciones de la multinacional japonesa compartió protagonismo con el presidente del grupo Isastur, el gijonés Fernando Alonso Cuervo, elegido “Ingeniero del Año” en la categoría “Gran trayectoria profesional”. El responsable de un conjunto de empresas especializadas en el sector de la energía apeló también a la unidad: “Debemos trabajar todos unidos en promover el perfil industrial de Asturias, estableciendo unas reglas del juego adecuadas, porque –añadió– es difícil ganar el partido a la pata coja”.
Los dos galardonados –por la Fundación Caja Rural, en colaboración con la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón y Sacyr Fluor S.A– recibieron la ovación de sus compañeros de profesión en un paraninfo lleno. Eso sí, lleno de hombres. Apenas asistieron veinte mujeres. La directora general de Universidad, la ingeniera Cristina González, resaltó precisamente el premio concedido a Lucía García, porque, dijo, “ayuda a hacer visible que nosotras también tenemos cabida en el sector y podemos acceder a puestos de relevancia”.