Cuando las manos de muchas personas trabajan desinteresadamente en una ilusión común, nace algo mágico. Y es esa magia y esa ilusión las que van a hacer posible que, el próximo verano, los vecinos de Boal puedan disfrutar de su nueva pasarela sobre el Arroyo de Roxíos.
Esta es solo la primera actuación que ha llevado a cabo la Sociedad de Amigos de Boal, en el marco del proyecto de senda circular entre los embalses de Arbón y Doiras. Esta construcción permitirá a los vecinos disfrutar de un espacio recreativo de gran belleza pero, sobre todo, es la demostración de que la colaboración y la voluntad son grandes motores para el desarrollo.
Caja Rural de Asturias, junto con otras empresas y vecinos de la zona, ha puesto su granito de arena para que tanto vecinos como visitantes puedan deleitarse con la belleza boalesa. En concreto, ha realizado una aportación de 1.500 €, destinada a los materiales de construcción.
Otra de las acciones previstas es la rehabilitación futura del molino de Sotero, que terminará de configurar este espacio recreativo.