Los investigadores del Serida han seleccionado y caracterizado tres variedades de escanda asturiana, que han entrado en el registro con los nombres de ‘roxa, azul y blanquina’, en la categoría de variedades de conservación, que fueron presentadas en la Jornada de la Escanda, en la que participaron también el consejero de Ciencia, Borja Sánchez, y la directora gerente del Serida, Mamen Oliván.
El investigador del Serida Juan José Ferreira fue el encargado de explicar las nuevas variedades ante los productores. El investigador explicó que la escanda es un cultivo tradicional fuertemente arraigado en la cultura rural asturiana. Su harina se destinaba, principalmente, a producir pan, aunque también se empleaba en otras elaboraciones, incluida la repostería tradicional. Es un tipo de trigo vestido, muy adaptado a condiciones de cultivo extremas, que presenta con una espiga larga, laxa y raquis frágil. Su cultivo decayó significativamente en la segunda mitad del siglo XX hasta prácticamente desaparecer a finales del pasado siglo. Sin embargo, a partir de los años 2000 empezaron a surgir iniciativas privadas y públicas para su recuperación, aprovechamiento y valorización.
Las nuevas variedades están siendo conservadas en el Banco de Semillas del SERIDA y, en los próximos años, se planea realizar ensayos demostrativos con los productores para que hagan una valoración.
Este estudio ha sido posible gracias a la colaboración de Caja Rural de Asturias y a la Asociación Asturiana de Productores de Escanda, así como a varios proyectos de investigación, uno de ellos financiado por el Gobierno del Principado a través de la FICYT, y el proyecto, actualmente en curso, Agroalnext, que está impulsado por el Ministerio de Ciencia e Innovación, con los fondos Next Generation de la Unión Europea.